Cambiar el pañal: la mejor forma de hacerlo

A lo largo del día a día con un bebé, cambiarle el pañal es la acción que se repite más veces. Por ello, aunque pueda parecer sencillo, es fundamental hacerlo de la mejor manera posible para asegurar su higiene y bienestar.

Cambiar pañales es la tarea más recurrente en la rutina diaria con un recién nacido. De entrada, puede parecer una labor fácil, pero es muy común que los padres y madres primerizas le encuentren cierta dificultad. Además, la zona del pañal es una parte delicada del cuerpo del bebé y requiere un cuidado específico.

Por todo ello, repasamos todos los aspectos que hay que tener en cuenta durante este proceso para llevarlo a cabo de forma satisfactoria y, al mismo tiempo, proteger la higiene y el bienestar del bebé.

Preparación para cambiar el pañal

Antes de empezar esta tarea es importante prestar atención a la preparación para poder proceder de la manera más efectiva posible. En este sentido, hay que tener en cuenta dos cuestiones importantes: el espacio en el que se va a cambiar el pañal y el material necesario para hacerlo.

En primer lugar, es imprescindible buscar un lugar oportuno donde llevar a cabo esta labor. Si el momento de cambiar el pañal se da en casa, es recomendable hacerlo en un cambiador alto; mientras que, si ocurre fuera se debe priorizar una superficie rígida, dura y estable. En ambos casos, es vital que el bebé no tenga opción de caer por los costados y es preferible cubrir el espacio con una cubierta permeable para proteger tanto el soporte como la piel del bebé. Además, es importante que el ambiente sea cálido y agradable para que el bebé no esté inquieto en el momento de cambiar el pañal 01 y 02.

En segundo lugar, es vital tener todos los elementos necesarios para el cambio de pañal al alcance, de forma que en el momento de hacerlo el bebé nunca quede desatendido. En general, el material que se precisa es 01 y 03:

• El pañal limpio.
• Los sujetadores, en el caso de que sea de tela.
• Un bol con agua tibia, algodón o esponja blanda, si se hace en casa; o toallitas de limpieza, si se da fuera.
• Una toalla para secar la zona.
• La crema protectora para prevenir erupciones.

Seguir estos sencillos pasos y verificar que tenemos a disposición todo lo necesario, facilitará el cambio del pañal y hará el proceso más ágil y seguro.

Limpiar la zona del pañal

Una vez está todo preparado, llega el momento de colocar al bebé en el soporte escogido y empezar la limpieza.

Evidentemente, el primer paso es quitar el pañal sucio que, en algunas ocasiones, se puede usar para retirar restos de heces u orina. A continuación, es importante apartar la prenda sucia de cualquier superficie que no se pueda lavar o ponerla, directamente, en la bolsa para tirar o limpiar.

A continuación, se debe limpiar la zona genital del bebé. Por lo general, si se hace en casa, es preferible hacerlo con agua, jabón y la ayuda de una esponja o un algodón. En el caso de hacerlo en otro lugar, bastará con una toalla suave o un paño húmedo. Acto seguido, se deben considerar los siguientes aspectos 01, 03 y 04:

• Es fundamental limpiar de delante hacia atrás, para evitar posibles infecciones de tracto urinario.
• Es recomendable cubrir al bebé mientras se cambia el pañal, puesto que el contacto con el aire, a menudo, los hace orinar.
• Levantar las piernas del bebé puede ser útil para limpiar la parte posterior.
• Es vital no olvidar los pliegues de los muslos ni las nalgas para que no queden residuos pegados.

Una vez terminada la limpieza, es muy importante secar la zona debidamente para evitar la humedad. En general, es mejor hacerlo a toquecitos con una toalla que frotando. Además, dejar al bebé sin pañal durante un rato es muy beneficioso para oxigenar su piel e impedir que se generen humedades y/o infecciones.

Por último, antes de colocar el pañal limpio, se recomienda untar la piel del bebé con una crema protectora que cumpla la función barrera.

Pañales para bebé

Cuando se haya terminado la limpieza y la piel del bebé esté protegido, el siguiente paso será colocar el nuevo pañal. En general, el método más seguido es: separar las piernas del bebé, pasar el pañal por el medio hasta llegar a la barriga, rodear la cintura desde la parte posterior y pegar los adhesivos, o colocar los sujetadores, dejando el ombligo fuera 02.

Tipos de pañales

El cambio del pañal puede variar según si la prenda es de tela o es desechable. Cada una de estas, tiene algunas características determinadas 03:

• Pañales desechables. El método de colocación es el mencionado anteriormente, pero es importante comprobar que no queden marcas del pañal una vez se retira. Si es así, significa que está demasiado ajustado y que no circula suficiente aire. En el caso de que soltándolo un poco más no mejore, será necesario cambiar a un pañal más grande.
• Pañales de tela. Este tipo de prendas pueden ser de muchas formas y tamaños. Hoy en día, los modelos imitan la forma de los desechables e incorporan cierres de velcro o broches a presión. En este caso, la colocación dependerá de la forma que tenga el pañal, siendo los métodos más comunes los del pliegue triangular y rectangular.

Prevenir la dermatitis del pañal

La dermatitis del pañal es una infección muy común en bebés de hasta dos años, que afecta la piel de esta zona. Como el propio nombre indica, esta afección tiene una relación directa con el uso de pañales y las rutinas de higiene que se siguen. En general, existen una serie de acciones relacionadas con el pañal que se pueden llevar a cabo para prevenir este tipo de erupción 03:

• Cambiar los pañales de forma frecuente y evitar que el bebé pase mucho rato con la prenda húmeda puesta.
• Limpiar la zona suavemente, evitando frotar u otras acciones irritativas.
• Dejar al bebé sin pañal durante algunos ratos para fomentar la sequedad y la circulación de aire en la zona genital.
• Si se usan pañales de tela, lavarlos con detergentes sin fragancias ni pigmentos y secarlos sin hojas con fragancia.
• Usar una crema protectora para curar y prevenir la irritación, preferiblemente, con óxido de zinc que actúe como barrera.

En definitiva, aunque cambiar los pañales del bebé es una tarea rutinaria, es fundamental llevarla a cabo a consciencia para mantener la zona sana y cuidada.

SUD-ES-00140 (junio 2024)