Los primeros cuidados del bebé recién nacido

Volver a casa con un nuevo miembro en la familia produce mucha emoción, aunque también genera un poco de nervios, puesto que los recién nacidos se ven muy frágiles y su cuidado puede despertar dudas. A continuación, revisamos las primeras consideraciones para tener en cuenta en los primeros días de vida del bebé. 

Los bebés recién nacidos requieren unos cuidados muy específicos y eso puede generar mucha incertidumbre. Si bien es cierto que los primeros días de vida de los niños y las niñas implican una atención constante, no hay nada que temer mientras se tengan en cuenta todas las cuestiones relevantes en este periodo.

Antes incluso de llegar a casa, existen algunas consideraciones que se pueden tener en cuenta tras el nacimiento de un bebé. Si el parto ha sido vaginal, es recomendable colocar al recién nacido sobre el abdomen de la madre, de forma cuidadosa. Por lo contrario, si ha sido por cesárea, se puede entregar la criatura al otro progenitor para que lo sostenga mientras se finaliza la operación 01. 

La higiene del recién nacido

Es evidente que los bebés requieren una asistencia para su aseo diario, que se va a alargar durante los primeros años de vida, hasta que el niño o la niña vaya ganando autonomía. Sin embargo, existen algunos cuidados específicos de los primeros días, semanas e incluso meses, que es importante tener en cuenta.  

Cuidar el cordón umbilical

Uno de los cuidados más particulares de los primeros días de vida de los bebés es el que se refiere al aseo del ombligo y la cura del resto del cordón umbilical que permanece unido al cuerpo. El cordón acostumbra a desprenderse del ombligo a las tres semanas de vida y hasta entonces, es importante tratarlo con especial atención. Para ello, el primer paso es limpiar la zona con agua y jabón neutro, como mínimo una vez al día y mantenerla seca en todo momento 02 y 03. 

Además, se recomiendan las siguientes acciones 04 y 05:

• No tapar el cordón y dejarlo fuera del pañal.
• Lavarse siempre las manos antes de tocarlo.
• Moverlo sin temor para limpiarlo, puesto que no tiene sensibilidad.
• Vigilar signos de infección como supuración, mal olor, enrojecimiento o sangrado.
• Mantener la higiene específica en la zona, una vez haya caído el cordón y hasta que cicatrice del todo la piel.

El cordón puede tardar entre 5 días y tres semanas en caer, según el bebé. Por ello, no debe ser motivo de preocupación que tarde unos días más que otros recién nacidos. Sin embargo, ante cualquier duda consultar con el profesional sanitario de referencia permitirá descartar cualquier tipo de complicación.

Los primeros baños del bebé

Otra cuestión importante de la higiene de los recién nacidos es el momento, la regularidad y las recomendaciones a considerar en sus primeros baños. En cuanto a la frecuencia, aunque es aconsejable que sea diario, lo más importante del baño es que sea regular: cada día o cada dos días.

Para llevarlo a cabo, es importante recordar algunas consideraciones 04, 05 y 06: 

• Aunque parezca obvio, no se puede dejar el bebé solo en la bañera ningún momento.
• Llenar la bañera con entre 10 y 15 centímetros de agua.
• Velar por una temperatura del agua adecuada: entre 35 y 38 grados.
• La temperatura ambiental debe ser de unos 24 grados y es importante evitar las corrientes de aire.
• Es recomendable usar esponjas y jabón con pH neutro, si se aplica.
• El tiempo del baño debe ser inferior a los 5 minutos, para evitar que el bebé coja frío.
• Una vez terminado, es fundamental secar todas las zonas a conciencia, especialmente en las partes del cuerpo con pliegues.

Más allá de los baños genéricos, algunas partes del cuerpo, como la zona genital y del pañal, las manos o la cara, requieren una higiene más asidua y se deben limpiar tantas veces al día como sean necesarias. En este caso, hay una serie de cuidados específicos que se deben tener
en cuenta 05: 

• En los ojos, se puede usar suero fisiológico para limpiar legañas, aplicándolo con una gasa distinta para cada ojo.
• En las orejas, no se debe usar bastoncillos y se recomienda limpiar solo la zona del pabellón auricular y la parte trasera de las orejas.
• La nariz se debe limpiar solo cuando haya mucosidad y se aconseja usar también suero fisiológico introduciendo una cantidad muy pequeña a través de una jeringa.
• Las uñas no se tienen que cortar con tijeras hasta la tercera semana de vida.
• Los genitales, requieren cuidados específicos y recurrentes, puesto que el pañal se cambia muy a menudo y la higiene de esta zona se deberá hacer cada vez.

A la hora de cambiar el pañal también hay que tener en cuenta algunos detalles, para evitar rozaduras o inflamaciones como la dermatitis del pañal, puesto que esta acción se lleva a cabo entre 8 y 10 veces al día. Es importante 03 : 

• Tener cerca todos los elementos necesarios, para no abandonar el bebé en ningún momento.
• Lavarse bien las manos antes y después de cambiar el pañal.
• Limpiar y secar bien la zona, para evitar la humedad.
• Aplicar cremas específicas para evitar inflamaciones.

Cómo vestir a un recién nacido

Al nacer, la piel del bebé está cubierta por una sustancia blanca y grasosa, el manto sebáceo, que va desapareciendo poco a poco. Cuando esto pasa, la piel queda más expuesta.

Para favorecer el cuidado de la piel, también es importante vestir de forma adecuada al recién nacido, prestando atención a cuestiones como el tipo de tejido o la holgura de las prendas. En general, se recomienda 02, 04 y 05: 

• Evitar los tejidos sintéticos y potenciar el uso de algodón y otras fibras naturales.
• Usar prendas holgadas, en lugar de ajustadas y, preferiblemente, que se abrochen por detrás.
• Evitar los lazos y cremalleras.
• Utilizar ropa adecuada a la temperatura, sin abrigar el bebé en exceso.
• No usar la temperatura de manos o pies como referencia, ya que siempre están un poco más fríos que el resto del cuerpo.
• Lavar la ropa con un jabón adecuado, evitando la lejía y otros productos blanqueadores.
• En verano, usar prendas que protejan la piel del bebé del efecto solar.

Más allá de las recomendaciones genéricas, es importante prestar atención a cualquier reacción que presente la piel del bebé, para detectar los tejidos que favorecen el cuidado dermatológico del recién nacido. Además, es importante tener una crema específica que proteja el cuerpo del bebé y, en especial, las zonas más sensibles.  

Además de estos cuidados específicos, y a pesar de tener en cuenta todas las recomendaciones, es habitual tener dudas sobre la salud de los bebés en sus primeros meses de vida. Ante estas situaciones, es preferible consultar al pediatra o al profesional sanitario de referencia 07.

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Referencias: